sábado, 28 de noviembre de 2009

El Salvador: Globalización e Identidad

Como lo expresa Cristóbal Rovira, los procesos globalizadores se vienen construyendo por la creciente circulación de bienes, capitales, mensajes y personas que se trasladan como migrantes, turistas, estudiantes o profesiones.

¿Dónde he nacido? ¿Dónde vivo? y ¿de dónde me siento? son algunas de las preguntas que a diario se plantean muchos salvadoreños. Y como dice un reconocido escritor salvadoreño, Manlio Argueta:

“profundizamos más en nuestros signos nacionales
si aprendemos a solidarizarnos con los demás.
Y para esto necesitamos conocer los valores que nos indican lo que somos.
Conocernos es alimentar la autoestima nacional.
Y se conoce haciendo conociendo la historia,
apropiándonos de la realidad en permanente cambio,
de otra manera el tren del futuro nos deja varados en el retraso” (www.manlioargueta.com/Sociología Cultural Salvadoreña)


En el caso particular de nosotros los salvadoreños, durante las últimas 3 décadas se han desatado cambios bien significativos que definitivamente han acelerado y cambiado el norte de ese tren llamado futuro:
i) a finales de los ’70 dio inicio una guerra civil que en 1981 con la famosa ofensiva guerrillera “hasta el tope”, provocó una salida de emergencia de muchos campesinos de la zona oriental; salieron durante horas de la noche, literalmente sin nada, solamente con la familia que lograron sacar de las montañas. Esto provocó en los siguientes años hasta el día de hoy una sobrepoblación en la ciudad. Gente dedicada a la agricultura, acostumbrada a vivir en amplias casas y terrenos, llegó a la ciudad a vivir entre los familiares, en hacinamiento. No era raro ver gente con cultura de campo, cruzando calles, preguntando direcciones. Entre ellos estaba mi abuelo. Hoy en día existen colonias (barrios) que se distinguen por estar formadas por personas que huyeron de la guerra, del campo a la ciudad. Muchos hijos de estos compatriotas salieron fuera del país por el contexto de guerra, entre otras razones para evitar ser “reclutados” por elejército o por la guerrilla. Si uno lo ve desde la perspectiva del campesino, su identidad se vio amenazada y tuvo que ser replanteada: sus hábitos, sus espacios, sus costumbres culinarias, entre otros.
ii) A partir de 1991, después de los Acuerdos de Paz surge otro fenómeno social vinculado con el segmento juvenil de la población: las pandillas. El origen de las pandillas desde una perspectiva social, se vincula con jóvenes provenientes de familias disfuncionales, y en la mayoría de casos, con padres viviendo principalmente en Estados Unidos. Ante la ausencia de sus padres y en una etapa fundamental para la construcción de la identidad, muchos jóvenes la encontraron en las “clicas” de su colonia (barrio). La identidad está formada por una forma peculiar de hablar, de vestirse, de circular, de sobrevivir, incluso esos elementos diferenciadores siguen estando presenten aunque estén en prisión. Hoy en día, en El Salvador, hay cárceles y zonas delimitadas, donde tienen de manera separada a los miembros de las 2 pandillas más importantes. Es una muestra de un grupo de la población que para bien o para mal ha construído una identidad.
iii) También a partir de 1991, a nivel macroeconómico el panorama se ve más alentador, con perspectiva positiva y es así como a nivel institucional (y por lineamientos de organismos internacionales), que se comienzan a privatizar algunas instituciones hasta ese entonces estatales como el caso de las telecomunicaciones, entran al menos 3 competidores y hoy en día, los salvadoreños, aún las señoras de mercado (sin menospreciar su oficio), cuentan con un aparato celular de último modelo. Comenzó a haber un desarrollo inmobilario, entre ellos un boom de centros comerciales (hiper malls) que son mejores incluso que los que se ven en Estados Unidos o en cualquier otro país desarrollado; comienzaron a entrar franquicias de comida y ropa (como Mc Donalds, Burger King, KFC, Zara, etc). En 2006 se firmó el tratado de libre comercio con Estados Unidos, lo cual permitió mayor apertura comercial con un país con el que hay fuerte vínculo por el tema migratorio. Adicionalmente con los salvadoreños en el exterior, principalmente en USA (a los que cariñosamente llamamos “hermanos lejanos”), muchos pueblos que durante la guerra fueron pobres y perdieron casi todo, en contexto de post-guerra han recibido una considerable cantidad de remesas de forma tal que el campesino en muchos de esos lugares ya no quiere trabajar la tierra (a lo mejor no por pereza sino minimizando riesgos de siembra) y hay pueblos enteros donde el máximo sueño de la población es irse aunque sea “mojado” a Estados Unidos. Todo lo anterior (tecnología, acuerdos comerciales con USA, Mexico, Taiwan, ofertas de productos y servicios, remesas, entre otros) ha llevado a los salvadoreños a una cultura de consumo evidente.

Retomando palabras de nuestro escritor Manlio Argueta: “Los salvadoreños ya no somos los que vivimos en el territorio de 20 mil kms2, también vivimos en Europa, en los Estados Unidos, en Canadá, en Australia, hablamos inglés, francés, alemán, sueco, holandés. Si no nos apropiamos de esta realidad, será difícil abrirse camino a una sociedad capaz de satisfacer sus necesidades, espirituales y materiales.”


Entonces, es evidente al menos en El Salvador, que ante la incapacidad del Estado (o no es tema capacidad sino más bien nivel de influencia) de generar un sentido de pertenencia, el mercado es el que ha pasado a suplir esta necesidad (de identidad),mediante el consumo. Se le da el beneficio de la duda, considerando que nuesra democracia aún está en pañales.


Desde la política pública, ¿Qué se puede hacer para fortalecer esta identidad como salvadoreños y más allá de una cultura consumista?

Que el Ministerio de Educación tome un rol directivo en cuanto a lo que se establece en el curricula de enseñanza (y lo que habría que añadir o fortalecer) como por ejemplo: educación financiera, historia, entre los más importantes. Esto, porque considero que la mayor parte de las barreras son mentales.

Que el Ministerio del Interior, que es el que en nuestro país regula la programación en televisión, tenga un rol más activo y más de supervisión en cuanto a la mezcla de programas que se transmiten por canales locales (no cable), pues la gran mayoría son programas “enlatados”, de nulo contenido cultural y/o de valores.

sábado, 21 de noviembre de 2009

LECCIONES DEL SEMINARIO MIMA

Este ha sido un módulo enriquecedor a través del cual incorporé nuevos conceptos como el de biosistemas integrados, la biomasa ,los tipos de contaminación existentes (sonora, electromagnetica, lumínica, ambiental, etc), sobre los mecanismos de desarrollo limpio o MDL, además sobre los bonos de carbono y su funcionamiento.

Justo en el inicio de este módulo fue interesante realizar lo de la huella ecológica, lo cual desconocía por completo y me hizo tomar conciencia de cuán importante es ser consistente entre lo que pensamos, decimos y hacemos respecto al medioambiente. Son importantes las elecciones de consumo que hacemos en este sentido, como por ejemplo fuentes de energía, distancia recorrida, qué hago con los desechos, etc.

Adicionalmente, con el trabajo colaborativo me pude dar cuenta que algunas empresas hoy en día anualmente publican las memorias de sostenibilidad (cosa que desconocía por completo). Pese a ello, al menos en El Salvador, aún desde entitades de gobierno no existe la cultura de producir y mucho menos publicar información que digamos podría o debería ser pública. En lo personal me fue un tanto retador conseguir informacion sobre el caso de exito de utilización de biomasa.

Fue un modulo cargado pero bien interesante y que se suma a mi mochila de aprendizajes....